lunes, 13 de abril de 2009

El ritmo del Tormento


El Tormento, como la experiencia, el progreso de habilidades, etc, debiera tener un ritmo.

Leer más... Un demonio puede ser desde practicamente un ángel, hasta un monstruo de esos escatológicos que dan mala fama al rol y que no rolearías en publico. Un demonio puede ser un chico malo. Lo que mide la perversión del demonio, es el rasgo Tormento. Uno mira la tabla de Tormento, y ve que tipo de acciones son susceptibles a hacer tirada de moral en caso de cometerse, y cuanto mas se eleva el Tormento, vas dejando de tirar por cosas.

Bien es cierto que un demonio con Tormento 6 no es el heraldo del averno, un ser insensible que se baña en la sangre de los sacrificios, mutila y tortura, y arranca los ojos a sus prisioneros para crear musica con sus gritos. Mas bien podriamos quejarnos de lo contrario, quizás. Un mafioso puede desjarretarle dos tiros en la nuca a un político, tranquilamente (en el sentido moral) e ironicamente, un demonio de la Legión de Ébano, salido del infierno, tiene un chequeo de moral.

Esto es así por reglas. Los humanos no poseen Tormento, no poseen ningún medidor de moralidad.
Podriamos intentar justificarlo diciendo que es por la posesión de un cuerpo humano, descubrir un nuevo mundo de emociones y valores... pero entonces ¿por que un humano no se acoge a moral? O podriamos introducir soluciones, portando desde vampiro el sistema de humanidad (que en Demonio no existe). O simplemente podemos entender que como la moralidad humana no tiene implicaciones de sistema (cosa que para un demonio, si tiene) no es necesario preocuparnos por medir el alma humana.

Que podamos acumular varias atrocidades (acumular algunos puntos de Tormento permanente) sin avanzar demasiado por la degradación moral, nos permite actuar como demonios innenarrables sin que quedemos inmunes a la tabla de moralidad. Para ser el malvado demonio del Caos, tenemos que plantarnos en Tormento 9 (capacidad de matar despreocupadamente sin tener que chequear), podemos dar salida al lado oscuro en varias ocasiones cumpliendo nuestro rol infernal, sin que las reglas de moral pierdan sentido.

Incluso necesitando este avance para llegar hasta la depravación infernal, el Tormento tiene que avanzar a un ritmo, aunque quiźas (según estilos de juego) una buena parte del Tormento venga por usar evocaciones atormentadas a proposito, o invocar rasgos atormentados de la faz apocaliptica, un demonio puede en una sola noche (sean las sesiones de juego que sean) sacarse un puñado de Tormento. Pasaste por la Caída, por la Guerra de la Ira, por el Abismo, volviste al mundo, y ahora, en 15 días, o 2 meses, o 2 noches, pasas de Tormento 3 a 7, en un solo combate puedes sacarte 3 o 6 puntos de Tormento temporal, igual que podrias en 3 partidas pasar de armas de fuego 0 a 3, y ambos casos son irreales, deberían ir acordes a un ritmo de progresión, acordes al tiempo.

Por esto, el narrador debe encontrar el ritmo que el considere es el adecuado para la depravación del demonio. Una noche puede convertirse en varias sesiones de juego, llegado el caso, ¿hasta que junto es correcto que en 6h de juego, 4 sesiones, 24 horas con tus amigos, un pj gane 20 puntos temporales de tormento? (2 puntos de tormento que ya "nunca" recuperará) Incluso aunque sean acciones perfectamente legales, las reglas estan muy claras, pero el demonio sale del infierno (ojo a las palabras demonio, e infierno) con tormento 3, pero en una noche de tiros, combate, 3 cargadores, y uso indiscriminado de la forma apocaliptica y las evocaciones, ha alcanzado Tormento 5.

¿Es esto correcto?

No pretendo decir si es correcto o incorrecto, solo que debe haber un ritmo, tanto para que se madure la sensación de corrupción (y por lo menos, existen los temporales, que ayudan a paliar la impresión de que un pj se pervierta en una sola noche), como para que no parezca que los demonios tienen un tiempo fugaz tras el cual, invariablemente se pierden pervertidos en su Tormento interior. La caída de un demonio que escapa del pozo, hasta Tormento 10, debería llevar años salvo para los Voraces mas rabiosos y problematicos (y si es que sucede, que los demonios también conocen las ventajas de tener a raya el tormento).

En un mundo de fantasía adolescente, el mal mas bizarro necesita de aspavientos para mostrarse, y la maldad no tiene cabida en el estilo, p.ej, de John Milton (Al Pacino) en "El abogado del diablo", se tiene que ver al demonio manifestando evocaciones atormentadas, rugiendo, reventando cuerpos, para plasmar que es un demonio, y eso acaba por requerir Tormento, y acaba por forzar un ritmo rápido para el Tormento, pero en un mundo mas normalizado, hay otras opciones, hay otra clase de mal, los demonios puede desarrollar otra clase de maldad que sea mas discreta, mas llevadera, que no requiera tanto tormento, que no implique Saberes ni formas apocalipticas, que permita que el tormento se vaya ganando poco a poco, con un ritmo promediado con el tiempo. Si un demonio gana cada día 1 punto de tormento temporal, su vida lucida antes de perderse en su locura interior anda por los 70 días, asumiendo no pierde los puntos ganados, haciendo buenas acciones.

No hay que ocultar lo visceral, el despliegue de tormento. y las lluvias de sangre, todo tiene su momento, pero precisamente, la proporción, la normalización, un ritmo para la ganancia del tormento, da mas valor a esas escenas. El problema entra cuando entendemos como actitudes propias de los demonios, cosas que les son impropias. Ni un encadenado de los tiempos antiguos, que no va a dar ninguna relevancia a los sacrificios que se hacen a su relicario, hace los despliegues de maldad visceral (y el tormento que trae consigo, aunque estos sujetos ya están perdidos en el tormento) que algunos parece entender que es propia de los demonios.

Los encadenados son mucho mas sutiles y tranquilos que lo que algunos master muestran en sus partidas como un vulgar matón de la mafia. Hay narradores que sus mafias en el mdt son pequeños ejercitos, causando del orden de decena de muertos cada noche, lanzando granadas en las calles, (todo esto sin repercusión social alguna...) como quien está en Vietnam. Entonces luego uno esperaria que los demonios sean exterminadores masivos y que fuesen por la calle con latigos de los que cuelgan 69 cabezas, pero ni las mafias deben ser tan salvajes, ni los demonios necesitan soltar todo ese tormento. Los demonios son seres sociales, tranquilos, que se mueven entre humanos mundanos. Demonio es un juego humanista.

Es por todo esto que es necesario un control del ritmo del Tormento ganado, y cada narrador o entenderá a su forma de ver, pero lo que no puede uedar la progresión, es suelta sin valorar a escala de tiempo, el ritmo.

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