domingo, 22 de febrero de 2009

Un rica vida interior


Esto es una critica a una falta de roleo que suelo encontrar en mis jugadores, y en los jugadores en general, referida a cuando sus Pjs pierden su recipiente, y cambian a otro cuerpo, sea por que logran resistir la atracción del pozo y poseer otro alma rota, sea por que mediante las reglas de invocación, alguien les invoca poseyendo otro recipiente.

Sea como fuere, el hecho es que si a algunos jugadores ya les resulta dificil ver que su personaje no es ese señor, ni siquiera la suma de ese señor y el demonio, si no que su personaje es el demonio, y ese cuerpo (si, con todos sus trasfondos, toda su posición económica y lo que pudiera terciar, si) es mera ropa prestada, a la mayoria, es pedir demasiado que tengan en cuenta las implicaciones de cambiar de cuerpo.

Más allá de las reglas de cambio que uses (por otro lado, ¿como el juego puede no tener ferreamente regulado esto?), el cambio de un recipiente podría, (tiene la potencialidad de, debe valorarse si) afectar a la personalida del demonio.

Esto suele obviarse. Al recipiente le cosen a tiros los mafiosos, el demonio aplica las reglas pertinentes, y alguien en algún lugar está ahora poseido por un demonio. En estos casos (sobre todo cuanto mas acostumbrado esté el demonio a cambiar de cuerpo) perfectamente podría obviarse al nuevo recipiente, incluso se podrían heredar los hábitos acumulados de los anteriores, pero también podría pasar que el demonio sufra alguna clase de shock puntualmente y cambiase diametralmente, es algo...intimista. Va más allá de los idiomas que habla, la rutina que tiene, y si su bebida favorita es el tequila o la cerveza, y fuma o no fuma. No quiero relativizar tampoco la frecuencia con la que podrían darse casos como Anila/Magdiel, esos casos son menores, pero las partidas deberían contemplar por lo menos el plantearse esto, que la vida interior del recipiente pudiera afectar al demonio.

Aunque sea para determinar que no le afecta, pero que se cuestione.

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